Tengo frío
¿Le tienes miedo al frío? Sí, al frío. Ese que no te deja estirar más tus pies porque el resto de la cama está vacía, el que no te deja sacar una parte de tu cuerpo de la seguridad de tu manta, pero por supuesto es la ilusión de temerle a eso. Y es entonces cuando te das cuenta que el frío como concepto, no era a lo que temías, si no al pensar en lo que hay más allá, en que después de sentir la soledad que conlleva el frío no vas a encontrar un calor reconfortante. Te sentirás igual de perdido. El miedo es otro espejo siniestro que nos muestra a las personas lo que nosotros mismos tenemos y que en ocasiones, es destructivo porque resulta que la mayoría de las veces no había nada aguardando para ti y te pasaste la vida entera pensando que era así, y te destruiste con suposiciones estúpidas porque le temiste toda tu vida al frío. Y no era a lo que tenías que temer.