Piérdeme

Me gustaría saber qué hace el viento cuando no ataca contra mi ventana en esas noches tristes. Quiero creer que es lo que me impide dormir, pero algo dentro de mí sabe la verdad. El viento es una excusa para empequeñecerme. Siento que cuándo él sopla esta gritando lo que yo no puedo gritar. Y me gusta oírle hablar, porque me siento acompañada. Hoy no es un buen día para hablar de esperanza. Sólo vienen a mi cabeza sueños perdidos y malas decisiones. Me empeño en buscar salidas  en callejones que no llevan a ningún lado. En esos en los que siempre te da miedo entrar, por si hay algo malo acechándote. Yo ya no puedo diferenciar qué es lo bueno y qué es lo malo. He pasado tantas veces por ese callejón que me he corrompido. Esta noche no va a ser distinta a la de ayer, ni lo será a la de mañana. Estoy encerrada en un bucle interminable. Y no puedo hablar, por eso escribo. Y cuando el viento vuelva, le diré que tengo esperanza. Sólo para que no me deje. Sólo para utilizarlo de excusa en todas esas noches perdidas, llenas de desesperación y de insomnio. Noches que acaban en agua salada. Un día le dejaré entrar. Para que se lleve con él todo lo que es demasiado débil para aferrarse al lugar al que pertenece. Que me lleve a mí.

Comentarios

  1. "Noches que acaban en agua salada"
    Precioso... Palabras de incertidumbre y desasosiego... Estar vivo!!!! TQ!!!

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