¡Tengo un blog!
Siempre me ha gustado hacer saber a los demás mi forma de pensar, pero nunca he abierto mi mente a todo aquel que le interese leerla. Es curioso, yo, la niña expresiva, resuelta y todo lo contrario a la palabra "tímida", se siente intimidada por la palabra "blog". Sí, lo sé, es absurdo, y todo aquel que me conozca un poco sabe que tengo razón. Pero sí, me empequeñezco con algo tan simple como un blog. No puedo parar de repetir esa palabra, ¡me parece alucinante que esté haciendo esto! Porque aunque te digan que te defiendes bien en el tema, todavía sigues con la duda de si eres tan buena como todo el mundo dice. Porque yo solía escribir para mí. Si no le puedo contar al papel cómo me siento, ¿a quién iba a decírselo? ¿Quién me iba a entender mejor que la poesía? ¿Quién me iba a entender mejor que yo misma? Pero hace unos años alguien decidió hacerme ver que no sólo estamos mi papel y yo. Que hay un mundo ahí fuera que está esperando a alguien que haga historia y sea recordado a lo largo de los años. Y ahí fue cuando publiqué mi primer libro. Y me siento exactamente igual que como me sentí en aquel instante. No me preguntes cómo, porque no puedo describirlo con palabras.
Por lo tanto, mi conclusión final es que estoy dispuesta a regalar una parte de mí a este blog. Por lo menos, es un buen proyecto ¿no?
Por lo tanto, mi conclusión final es que estoy dispuesta a regalar una parte de mí a este blog. Por lo menos, es un buen proyecto ¿no?
Comentarios
Publicar un comentario