Ojalá

Prometo tener más tiempo para ti. No como esos días en los que tener que preocuparme por alguien era una obligación. Ahora todo parece muy distinto. Los atardeceres son eternos, no porque el sol no termine de irse nunca sino porque yo he decidido que quiero vivir en un arrebol. Ojalá tú quieras lo mismo... pero si decides estar en desacuerdo, el alba también es un buen momento del día. Te quedarías embelesado por la aurora cada vez que pasearas por la playa con el rompeolas de fondo. También es un buen paisaje. Quizá sea un comentario superfluo; pero ojalá elijas los mismos días que yo para ser feliz. No me vale un ademán de sonrisa, ya hemos tenido muchos. La melancolía ya no nos debe ser suficiente. Aún recuerdo la elocuencia de tus palabras nocturnas, esas que me obligaron a despertarme de un sonambulismo eterno. Tú despertaste mis ganas de ser quien soy. Tienes que ser tan feliz como yo. Y si te preguntas en qué consiste la felicidad; se trata de expresar momentos evanescentes en la poesía, para que nunca se acaben.

Comentarios

  1. Qué bonito trazo a la hora de escoger las palabras, de combinarlas y de transmitir belleza y sensaciones, de jugar con los sentidos... Precioso!!

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Especial día de la madre

Quédate

Poesía